Por Luisa Grajalva |
Todos sabemos
de qué se trata: Elevado ritmo cardíaco vértigo, confusión, temblor,
palpitaciones e incluso alucinaciones cuando personas especialmente sensibles
son expuestas a la belleza, particularmente a la belleza de una obra de arte o
de una concentración de ellas. Es el llamado Síndrome de Sthendal o Síndrome de Florencia.
También es conocido
el porqué de su denominación: el conjunto de estos síntomas apareció por primera
vez en Nápoles y Florencia: Un Viaje de
Milán a Reggio, obra del novelista francés Marie-Henri Beyle, más conocido como Stendhal, tras su visita a Florencia en 1817. La psiquiatra italiana
Graziella Magherini estableció el
cuadro clínico que acompaña a este síndrome en 1989, tras observar reacciones similares
a la de Sthendal en más de un
centenar de visitantes de Florencia.
¿Es una alteración
psicosomática debida al estrés del viajero o es una percepción extraordinaria
de la belleza que solo se revela a unos pocos? Ante cada respuesta personal, la
ficción nos permite siempre ir un poco más allá.
Basílica de Santa-Croce de Florencia |
Microrrelato: INSTANTE ETERNO
“Saliendo
de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con
miedo a caerme… “
(Marie-Henri Beyle, “Stendhal”)
La belleza decidió revelar sus secretos y, cuando lo
hizo, solo necesitó un instante para herirme de muerte.
Me habían llamado “cazador de felicidad” y me convertí
en su eterno rehén, en prisionero de su revelación para siempre. Aunque
siguiera observando la vida, intentando descifrar los secretos del alma humana,
una parte de la mía jamás volvió de la eternidad.
Mi cuerpo vivió algunos años más, pero mi alma se
abandonó a la herida, tan vital como mortal, de aquel único instante.
Y allí permanece, contemplando eternamente los frescos
de la basílica de Santa Croce de Florencia.
Interior Basílica Santa-Croce de Florencia |
Luisa Grajalva es una de las escritoras más interesantes de este país. Tanto en poesía como en narrativa tiene una obra deslumbrante. Cuando a la inteligencia se une la sensibilidad, la cultura y un dominio como ella tiene del lenguaje escrito, se producen pequeñas obras maestras. Como este relato, tan especial, tan diferente, tan lleno de referencias y... tan original. Un relato absolutamente adecuado, además, para el lugar, la página donde es recogido. Enhorabuena. Es difícil no asombrarse - como el protagonista de tu texto - y quedarse prendido en tus letras.
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