viernes, 7 de febrero de 2014

Microrrelato: El Mejor Premio

Por Luisa Grajalva










Recorrí once mil kilómetros en busca del lama. Decían que podía hacerte ganar el mejor premio que alguien puede obtener en la vida.

En cuanto llegué al monasterio, pregunté al hombre sabio si era verdad y cuál era ese premio. Afirmó que me lo revelaría si me quedaba, durante seis meses, ayudando a los necesitados.

Accedí sin sospechar lo que cambiaría mi vida. Al cabo de unas semanas de no tener casi nada y repartir lo poco que tenía, me sentí el hombre más rico y en paz del mundo.

Al marcharme, el lama cumplió su promesa. “Voy a mostrarte –dijo-el mejor premio que puede ganarse en la vida”.

Luego sacó un espejo y me reflejó en él.






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