jueves, 20 de marzo de 2014

Burbujas y Burbujas




Por Paco Fochs
Todo el mundo las conoce en su moderno significado: el de ser las causantes de la crisis económica. Parece ser que esta definición ha superado a la  más antigua y festiva que se refería en especial a las bebidas.
Sin embargo y pese a la abismal diferencia de significados si existe un cierto paralelismo entre ambos. No en vano existen las burbujas económicas más populares, como son las de las gaseosas y otras, más exclusivas, que se identifican con las del champagne. Incluso estas últimas pueden corresponder a modalidades brut, dulce o semi.
La burbuja de la gaseosa, la popular, la de toda la vida, esa que dicen ha causado estragos en el sistema financiero (aunque ellos mismos la impulsaron) es decir la del “ladrillo”, ha sido atacada con precisión por tierra, mar y aire dejando un rastro de ruinas en su sector y derivados, así como desahucios, paro y, no exagero, víctimas.
Las del Champagne siguen funcionando alegremente pues se consideran que son o pueden llegar a ser de alguna utilidad.
Así una burbuja champagne brut, puede ser uno de esos  “magnates” con un sobrevalorado activo impresionante, soportado por un pasivo mucho más descomunal, que no es exigible a corto plazo siempre que en situaciones muy puntuales cumplan lo que se les pide.
También pueden ser burbujas semi-secas algunos medios de comunicación que animados o también impulsados por su mala cabeza “han vivido por encima de sus posibilidades”, según frase tristemente famosa. Es una burbuja a dominar fácilmente y por ello a conservar, ya que mediante ella se pueden censurar informaciones, doblegar opiniones e incluso despedir directores.

Todas ellas así como otras varias, crean perjuicios al sacrosanto, auxiliado y rescatado sistema financiero español y de alguna manera no favorecen precisamente que fluya el crédito a particulares, ya que lo del dinero es algo limitado y si existen prioridades…. todavía lo es más.
Pero ninguna como la burbuja champagne dulce (considerada la peor por los expertos), creada por algunos partidos políticos, sin ingresos conocidos, subvencionados y formados en un sistema en el cual se les perdonan regularmente las deudas, por lo que viven desahogadamente, tanto que incluso el bote de las propinas puede aparecer en Suiza. Es esta una señal más de una mala educación que se hace evidente cuando alcanzan el poder y forman impunemente ineficaces administraciones duplicadas o triplicadas, descoordinadas y torpemente gestionadas.
Esta burbuja no es que viva por encima de sus posibilidades, es que, de hecho, hace gala de que sus posibilidades son ilimitadas. Así que si la dejan crecer, es capaz de poner en riesgo el sistema financiero internacional.
Por favor: acaben ya…. No pido que las estallen, solo que las desinflen, pues la fiesta no puede durar eternamente.




2 comentarios:

  1. Caramba Paco. Nunca se me hubiera ocurrido comparar esta bebida tan refrescante y elevadora del espíritu con la avaricia y la usura.
    A partir de ahora, cada vez que vaya a probarla, la miraré con recelo. Ya nunca será igual.
    Si no fuera porque en realidad es alegre, qué triste sería la vida con estas desazones.
    Jerónimo

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  2. Lo cierto es que las burbujas siempre terminan por subirse a la cabeza y es la de champán es la pero resca que hay... El Coleccionista

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