miércoles, 8 de octubre de 2014

Protocolo

 
Por Paco Fochs



Creo que estarán de acuerdo conmigo: servidor sospecha que el culpable de la crisis del ébola es un señor que se llama Protocolo.

Esta sensación muy personal, pero creo que está muy compartida ya que cada vez que pongo la tele o la veo por casualidad en cualquier lugar, oigo hablar de este  individuo.

No tengo la certeza de que Protocolo sea su verdadero nombre o un alias, lo cual dificultaría su localización y puesta a disposición ante la justicia. Pero soy absolutamente optimista y creo que nuestra policía podrá detenerle sin duda. No en vano su nombre es el más citado en todas las informaciones sobre este incidente.

Todos hablan de Protocolo, al cual se le podría caer la cara de vergüenza: el gobierno y la ministra de sanidad tienen que soportar una crisis de dimensiones mundiales creada por este individuo. Pero ellos han aprendido: no se han ido a un resort de Portugal como hicieron algunas en otras situaciones o se han dado a la fuga derribando motos o lo que se les ponga por delante.

Es más, el mensaje del gobierno no puede ser más didáctico: “Dejen trabajar a los técnicos”. Sabias declaraciones, ya que es conocido que nuestro carácter hablador, hedonista y campechano distrae a los técnicos. Que si unas preguntas, unos cotilleos, unas cañas…y los técnicos no se pueden concentrar y así no lograrán encontrar a Protocolo. Mucho más debido al alto número de parados y pensionistas sin nada que hacer y que curiosean donde no deben.


Creo que este asunto acabará felizmente y acrecentará la credibilidad de este gobierno entre los ciudadanos. Al fin y al cabo solo se trata en detener a Protocolo.

1 comentario:

  1. Paco, creo que será muy difícil encontrar a este señor, si es que existe en España.
    Siempre hemos hecho las cosas primero y luego las hemos pensado, lo que no quiere decir que las hagamos siempre mal. Esas actuaciones americano-alemanas tan cuadriculadas no son siempre las mejores. Les falta alma.
    Claro que en el caso del virus que nos ataca ahora, a lo mejor sí es necesario este señor.
    Jerónimo.

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