Por Paco Fochs |
Como ustedes ya saben este es el título de un famoso rock que popularizó el Rey Elvis y que me parece oportuno utilizarlo para enviar un modesto, pero directo, mensaje a todos aquellos que tienen responsabilidad, tanto en el sector público como privado, en eso que llaman los Recursos Humanos.
Uno
piensa que hay bastantes personas que han estudiado esta materia en una
hipotética Universidad de Guantánamo.
El
tema me surge cuando veo a un veterano médico de la Sanidad Madrileña al borde del llanto, debido a que le han
comunicado por carta que está “fuera de juego” de forma inmediata, después de
una vida de dedicación. En la fría misiva, por supuesto, no se han dignado agradecerle los servicios prestados.
Esto
no es una anécdota singular. En media España hay personas con el corazón helado por la otra media. Al grito de:
“Esto es lo que hay”, con razón o sin ella, los de la Universidad de Guantánamo
ejecutan con frialdad, bordeando la crueldad, algo que la gente intuye e
incluso aceptan con el silencio atribuido a los corderos.
No
crean que esto solo sucede en el sector público; en el privado, existe una
exaltación del empresario e incluso del llamado emprendedor, que en ocasiones
parece que tengan una patente de corso para también helar el corazón de sus
empleados. Es totalmente desolador escuchar las cada vez más deprimentes e incluso humillantes vidas laborales a la que se ven
sometidos jóvenes muy preparados para poder ganar un máximo de 1000 Euros.
Claro
que esto último puede ser una táctica sibilina con el objetivo de crear más
“emprendedores”, que no tengan que aguantar un día más a su “emprendedor”, el
cual está necesitado de reafirmar tanto su autoridad como su personalidad.
Por
todo ello, me apoyo en las enseñanzas del Rey Elvis para enviar este mensaje. No sean
crueles. Las cosas están difíciles, no las hagamos todavía más.
Totalmente de acuerdo. Carmen
ResponderEliminarComparto grs. Betty
ResponderEliminarPerfecto: no se puede añadir ni quitar una coma, sólo compartirlo, que es lo que hago. Maite.
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