viernes, 24 de octubre de 2014

De Gastronomía, Trabajo y Buenas (y Sanas) Maneras

Por Javier García-Luengo





Sanas, sencillas y encantadoras costumbres tales como dejar salir antes de entrar, dar las gracias o saludar amablemente, resultan, paradójicamente, normas tan naturales y básicas como ausentes en nuestros días. Estos pequeños detalles que pueden hacer tan agradable nuestra cotidianidad, se tornan sin embargo fundamentales en un medio como el profesional.

Precisamente el HOTEL VILLA REAL de Madrid, siempre atento al bienestar y al confort del cliente, ha sido el encargado de acoger un encuentro destinado al protocolo en las comidas de trabajo, anticipándose así al mes de diciembre, donde las empresas celebran cenas y encuentros que, en ocasiones, si no se tiene un correcto e incluso distinguido uso de las formas, pueden concluir en un incierto resultado.

Organizado por Sofía Gutiérrez de SOGUES Comunicación y actuando como anfitrión Felipe Turel, Director del VILLA REAL, disfrutamos de la distendida charla de Montse Guals. Mientras escuchábamos las oportunas indicaciones de Guals en el marco de uno de los exclusivos salones del referido Hotel, rodeados por una singular colección de mosaicos romanos, se degustó un suculento menú servido por un personal invisible, tal y como apuntaba Paco Patón, Director de Restauración del Hotel, esto es, un servicio cuya discreción hace compatible la eficacia con la fluidez del encuentro, recurso este imprescindible en una exitosa comida de negocios.


Temas como qué hacer con el móvil –apagarlo puede ser lo mejor-, en qué momento abordamos determinados asuntos, cuándo cerramos un contrato, quién pide el vino o paga la cuenta, incluso la forma más apropiada de ir vestido, no tanto con una finalidad protocolaria como para marcar determinados rasgos de nuestro carácter, se abordaron en una reunión sazonada en todo momento por una atención excepcional y una calidez no ajena al gusto artístico, distintivo este de la cadena Derby Hotels Collection.

1 comentario:

  1. Has sacado a relucir dos adjetivos a la actividad del Restaurante que me han llamado la atención: Suculento menú y Personal invisible. Se suele ver lo contrario, menús que, de tanta mezcla de sabores, "no se sabe a qué saben" y camareros que se creen mayordomos ingleses, por lo tiesos y fríos. Ojalá prosperen estas iniciativas.

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