Amor cariñoso, alegre, cómplice y tierno. Esto es lo que ofrece
Eugenio a su madre Olivia y que la salva así de todos los accidentes de su vida
azarosa.
Esta es la magnífica obra que se representa en el teatro Bellas
Artes de Madrid. Interpretada por una genial Concha Velasco y los jóvenes
Rodrigo Raimondi y Hugo Aritmendiz que se alternan en el papel de Eugenio.
Es un texto de Hebert Morote, dirigido magistralmente por José
Carlos Plaza. De él entresaco unas líneas que aparecen en el programa de mano:
José Carlos Plaza |
“¡Envidiable Eugenio!, ¡Afortunada Olivia que convives con él!
Indiscutible luz en este mundo oscurecido por la mezquindad, la codicia y el
desprecio a los demás. Lóbrego mundo que niegas cualquier ayuda a los mal
llamados débiles, que llega hasta quitar la ayuda a los dependientes ante la actitud
indolente de los demás, ¿cuántos Eugenio harían falta para modificarte?
He dirigido ya más de un centenar de obras pero “Olivia y Eugenio”
es la que siempre permanecerá más cerca de mi corazón”.
Muy recomendable, añado.
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