viernes, 3 de octubre de 2014

La convocatoria del referéndum

Servidor no está conforme con la convocatoria del 9 de Noviembre para realizar una consulta o referéndum en Cataluña o Catalunya. Es más: opino que debería adelantarse para así no perecer de aburrimiento.

Les parecerá extraña mí postura, pero es que uno es catalán de nacimiento y habita desde joven en Madrid, por ello creo conocer a mis clásicos y saber cómo se las gastan cada uno.

Basado en este conocimiento, puedo adelantar algunas de las acciones y reacciones que el asunto puede suscitar y que sin duda serán noticias de primera página y motivos de postración y tedio.

Por ejemplo: el Señor Mas puede presentar en próximos días unos nuevos disenys de las urnas a utilizar, lo cual tendrá cumplida respuesta con otras reuniones y declaraciones más o menos mosqueadas del Gobierno y Tribunal Constitucional.

Esto mismo ocurrirá al cabo de pocos días con las mesas previstas, que habrán sido seleccionadas entre las propuestas de conocidos diseñadores. Esta iniciativa causará declaraciones airadas y diversas crisis de ansiedad entre los politólogos que siguen de cerca los acontecimientos.

Un alto cargo madrileño será hospitalizado por estrés al  conocer el proyecto de  realizar una I gigante (de independencia) por un grupo de Xiquets de Valls con lo que se pretende alcanzar una notoriedad mundial, ya que sin duda constituirá un nuevo record Ginness.

El Gobierno de la Generalitat aprobará que las papeletas sean de papel reciclable, asunto por el cual otro alto cargo del Gobierno Español, con el colesterol por las nubes, será detenido cuando se dirigía a un cuartel para arengar a la tropa que ahí estuviera desayunando.

Un partido político propondrá celebrar en la misma fecha, un referéndum paralelo en el resto de España bajo el lema “Si no puedes vencer, únete al enemigo”. El presidente agradecerá la iniciativa y asegurará que  lo meditará durante su próximo viaje a Etiopía para incentivar el intercambio económico con dicho país.

Como estos ejemplos pueden existir infinitos, así que mi consejo es que haya paz, tranquilidad y humor. El día 10-N ya veremos si se ha realizado o no el referéndum, y en caso positivo se verán los resultados que indicarán en qué clase de península ibérica desean vivir las nuevas generaciones.

Pero como la espera va a ser larga, insisto: ¿Pueden adelantar la convocatoria?


5 comentarios:

  1. Y lo peor, Paco, es que no nos dejan votar (que yo también soy catalán), por parte de unos por ser anticonstitucional y por parte de los otros por no estar censados en Cataluñ@ya. Pues ellos se lo pierden, unos y otros. Pero el seny no nos lo quita nadie. Abrazos.

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  2. Me niego rotundamente a participar ni siquiera de opinión en las reyertas de estos Reyes de Taifas que solo van a por dinero y poder para ellos.
    Siempre igual, guerras entre reinos para mayor gloria del rey de turno y, al final, los paganos y los que vamos a la guerra (o manifestación), los de siempre, engañados u obligados.
    ¡Que les den a todos! Y si se independizan los de Cartagena, que se independicen, Nosotros no vamos a vivir ni mejor ni peor. Y las banderas, para fregar el suelo que nos lo dejan hecho un asquito.

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  3. Menos mal, Paco, que te tenemos a tí con tu gran sentido del humor.
    Un abrazo. Jero.

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  4. No se trata de ninguna guerra, amigo Jerónimo; se trata, simplemente, de que los catalanes quieren votar si se organizan como un estado independiente o siguen como están. Le aseguro que la gente aquí no es especialmente belicosa: de hecho, tenemos bien ganada la fama de pactistas y pacíficos (vea el discurso de Pau Casals en las Naciones Unidas: le gustará). Que yo sepa, el ejercicio de la democracia -votar- es lo más alejado de las armas que existe; también es lo más natural entre gente de buena voluntad que quiere entenderse: lo que sí es una violencia grave es impedirlo. Por otra parte, una cosa es la independencia, y otra el derecho a decidir. No tengo ni idea sobre si los catalanes votaran la independencia o no, pero no tengo ninguna duda de que el 9 de N votaran, porque es justo i ninguna instancia demócratica nacional o internacional lo verá mal.

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    1. Querida y amiga Maite, claro que se trata de una guerra. Una guerra económica entre los que mandan a los gobernantes de Madrid y los que mandan a los gobernantes de Barcelona y que, como siempre, la disfrazan de patriotismo español o de patriotismo catalán. Yo no estoy en contra de que se vote en Cataluña ni en Cartagena ni, incluso, si se decide así, con la independencia. Pienso que así se darán cuenta los gobernantes y los que les mandan de que no se pueden poner todos los huevos en el mismo nido, porque cuando les has hecho ricos dicen que ya no te necesitan y empezarán a tratarnos a todos por igual. Parece, por las manifestaciones que nos enseñan en los medios de comunicación, que todos los catalanes están volcados en esta reivindicación y, a lo mejor, es cierto, pero estas demostraciones tan exageradas me recuerdan otras como las "adhesiones inquebrantables" de antes y que al morir Franco el 90% eran ya "demócratas de toda la vida". No me creo nada estos patriotismos.
      Hasta al Barça, después de ganar lo que ha ganado, le pitan cuando empata un partido. Y es que las masas son tan volubles que hoy están aquí y mañana en frente.
      Demasiado he escrito para no querer involucrarme. Lo siento. Perdona.

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