Por Paco Fochs |
Quedan dos años; aunque algunos dirigentes del PP
confundan las elecciones con las oposiciones –de esas en las que se consigue
una “plaza en propiedad"- la realidad es que en dos años –como mucho- deben
revalidar su actual situación.
Opino que si “este PP” se presenta en próximas elecciones,
poco tiene que hacer. Así que el auténtico partido popular, bien haría en
aprovechar el plazo en arreglar sus problemas y prescindir de gran parte de una
generación que presuntamente cometió el pecado original –aunque tampoco es muy original-
ya que los actores y elementos se repiten: tesoreros como serpientes y
sobresueldos como manzanas.
Mientras tanto acostumbrémonos a las “peinetas” ya sean
físicas, que ya hemos visto, como a las dialécticas como también hemos
escuchado. No son más que bravatas que intentan ocultar una gran debilidad y
convencer que el fin justifica los medios. El pecado original subsiste y se
mantendrá en la mente de la gente.
Así que como conclusión sorprendente, opino que este es el
momento de Esperanza Aguirre. No como política. Más bien en su actual cargo de “head
hunter” especializada en selección de directivos, ya que va a tener mucha
oferta –como mínimo diez personajes - y una demanda escasa.
Pero ella puede.
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