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Por Javier García-Luengo Manchado |
Coincidiendo con el año de la fe, la XVIII edición de Las Edades
del Hombre, que se celebra en la localidad abulense de Arévalo, ha querido
rendir tributo al eje vertebrador del credo católico.
Así es, partiendo de las principales verdades recogidas en el
llamado Símbolo o Credo de los Apóstoles, las tres iglesias que acogen la
muestra, Santa María, San Martín y El Salvador, se convierten en mudéjares joyeles
en cuyo interior se exhiben una serie de piezas capaces de ilustrar todos y cada
uno de dichos principios doctrinales.
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Alegoría de la Fe. M. Benlliure |
El origen dispar de las obras aquí reunidas, procedentes en su
mayoría de las nueve diócesis de Castilla y León, pero también de otras como las
de Madrid, Cuenca o Toledo, se da la mano con la pluralidad cronológica y
estética de las mismas. De hecho, en nuestro recorrido hallaremos piezas que
van desde el siglo VII hasta llegar al arte de nuestros días, tal es el caso,
por ejemplo, de la escultura de Antonio López, de Venancio Blanco o de la
pintura de Carmen Laffón.
La referida heterogeneidad se ve reforzada asimismo por la desigual
calidad de muchas de las obras exhibidas. Entiéndase esta consideración no como
un demérito, antes al contrario, como una manera de valorar y difundir el
secular patrimonio de la Iglesia que más allá de cuestiones estéticas, hoy como
ayer, sigue siendo fiel testimonio de la historia de las creencias, de la
devoción y del culto de quienes nos precedieron.
Por otra parte también nos encontraremos con obras maestras
conocidas por todos. Cabe citar en este sentido, el Cristo yacente de la Catedral de Segovia, obra de Gregorio Fernández,
El Profeta de Pablo Gargallo, San Juan Bautista de Luís Salvador
Carmona, Cristo Resucitado de Juan de
Juni, el Bautismo de Cristo de Goya o
la Anunciación de Illescas de El Greco.
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Yacente. Gregorio Fernández |
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El Profeta. Pablo Gargallo |
Uno de los aspectos más destacados de Credo, a juicio de quien
esto escribe, es el ya mencionado diálogo entre el arte del pasado y la
creación contemporánea. En efecto, la convivencia del románico, gótico o el
barroco con el arte de los siglos XX y XXI revelan dentro de este discurso
expositivo cómo un mismo sentir, unas creencias y verdades que se ha mantenido y se mantienen incólumes
más allá del espacio y el tiempo, son sin embargo interpretadas de distintos
modos a partir de los factores sensibles del ser humano, como es nuestra forma
de entender y percibir dichas doctrinas.
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Anunciación. El Greco. |
Diferentes artes para una misma fe es lo que encontramos en un recorrido
al que, desde la confesión trinitaria hasta llegar a la esperanza en la vida
eterna, nos acompañan los personajes más destacados la Biblia y de la Iglesia;
profetas, apóstoles y santos, quienes con su vida dieron testimonio de la fe y
de quienes el arte asimismo ha dado testimonio de ellos a través de la
historia.
Javier García-Luengo Manchado es Doctor en Historia del Arte por la
Universidad de Salamanca, obteniendo Premio Extraordinario de Doctorado en
2006. Ha desarrollado su labor docente en las Universidades de Salamanca y
Anáhuac de México, asimismo ha efectuado estancias de docencia e investigación
en las universidades de Londres, Sapienza de Roma, Évora de Portugal,
Cergy-Pontoise de París y Academia de España en Roma.
Ha comisariado exposiciones dedicados a
pintores del siglo XX y escrito libros y artículos de investigación referido a
los mismos temas.
Como conferenciante ha participado en el
programa El Prado fuera del Prado, ciclo organizado por el Museo Nacional del
Prado.
Como siempre,Javier,tus artículos son una autentica lección de arte....Gracias
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