Por Paco Fochs |
El ejemplo de Madrid que
limpia sus basuras no hace más que iniciar una “ola de limpieza que nos invade
e invadirá”.
Se considera que este es
el momento adecuado para recoger las basuras que partidos políticos y otras
instituciones del estado han generado durante unos años y depositar los restos
orgánicos, no orgánicos e incluso los envases, en el llamado “punto limpio”.
Para ello, lo primero es
una negociación de todas las partes que han “disfrutado” del guateque y una vez
conseguido el acuerdo, el segundo paso se trata de arreglar ese “punto limpio”
para dar cabida a tanta inmundicia y allí realizar las gestiones pertinentes
para ocultar, destruir o reciclar las vergüenzas.
Que conste que esta es
una opinión muy personal, pero cuando observo tanto movimiento en determinados
poderes, me surgen estas reflexiones.
En cualquier caso me
parece lógico que ya que se lo han guisado y comido también quieran enviar
ahora a unos especialistas provistos de todo tipo de detergentes, técnicas “ad
hoc” y controles de todo tipo, para borrar los restos de tanto desenfreno.
Así nuestras
instituciones quedarán “limpias, en especial fijas y con un hipotético esplendor”
Y nosotros, ya saben: a
verlas venir…….
Recuerdo una época, ya muy pretérita, en que la ducha era un tema de conversación; no había ocurrido hasta el momento, pues se había tenido el aseo personal como un asunto privado. Alguien hizo una valoración del asunto que me pareció muy acertada: el asunto reflejaba la necesidad de limpiarse la conciencia o, por lo menos, de mostrarse limpio a la mirada ajena. Claro que, con lo de ahora, ni por esas.
ResponderEliminarQuerida Maite: El tema es difícil. Hay bastante basura: en Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Palma.....Puff...excesivo. Creo que hará falta un supremo punto limpio.
EliminarGracias por tu comentario.