Por Paco Fochs |
No es que me “haya crecido”, ni que me
ponga estupendo, pero como en estas fechas todo el mundo lanza su discurso, pues
ahí va el mío. Casi estaba obligado.
Desde el Estado nos vienen a decir que
hay que luchar contra la corrupción, antes de cenar con familiares sospechosos
de lo mismo.
Desde el Gobierno no se admite
cualquier crítica, ya que dicen, totalmente triunfalistas, que la economía
funciona guay (¿) y si alguien se queja es que es muy negativo.
Son malos tiempos para la ética.
Es difícil. Pero ante estos mensajes, este
servidor desea únicamente que no nos “coman el coco” aprovechando estas fiestas
tan “entrañables”.
Vivimos tiempos difíciles en los que
un gran porcentaje de la población tiene grandes dificultades, otro tiene un
miedo lógico a pertenecer al grupo anterior y un minúsculo grupo se lo pasa
genial. Esto no es demagogia. Lo que nos cuentan, si que lo es.
Por ello les ruego que pasen estas
fiestas lo mejor posible. Que sean felices. Pero fundamentalmente con la mente
clara.
Feliz año nuevo.