domingo, 8 de diciembre de 2013

Se inició la temporada de la Scala de Milán



Por Concha Carbajo
No se me ocurre mejor forma de celebrar la fiesta de la Inmaculada, es decir mi “santa”, que acudir en la víspera a la inauguración de la temporada del Teatro de la Scala de Milán.

Ya va siendo una tradición con la que cumplo desde hace algunos años, por cierto muy barata desde que decidieron retransmitirla en directo en ciertos cines. Agradezco así pues a las nuevas tecnologías que permiten que la montaña venga a Mahoma, (ya que es impensable que Mahoma  pudiera cada año acudir a la montaña) y así presenciar un gran acontecimiento que además tiene gran influencia en el devenir de la temporada lírica en general.

Este año se representaba la Traviata que suponía un riesgo emocionante, pues si el público de La Scala es entendido, con esta obra tan emblemática de Verdi, ya consiguen matrícula de honor.

Triunfar allí y en estas circunstancias no es fácil y lo ha conseguido la soprano alemana Diana Damrau en el papel de Violetta, es decir de Traviata.


Diana Damrau tiene tras si una exitosa carrera basada en un repertorio compuesto por obras de Bach, Mozart, Schubert, Mahler o Strauss aportó toda su técnica y sensibilidad para poner en pie y hacer creíble a un personaje tan alejado de su habitual repertorio e incluso de su propio físico.

Daniele Gatti cumplió perfectamente como director musical en un teatro cuyo público habitual muestra evidentes y apasionados ataques y defensas de los maestros. En ocasiones por motivos alejados al estricto sentido musical.

La Scala de Milán
La dirección escénica corrió a cargo del ruso Dimitri Tcheniakov que sigue edificando su carrera, después de un meritorio Eugene Oneguin en el 2008, a base de sonoros abucheos. Lo de ayer no fue una excepción aunque algo se contuvo. Debió ser el conocido pánico escénico. Pese a ello logró que los cantantes no estuvieran cómodos en el desarrollo de sus personajes, en especial el tenor polaco Piotr Beczala.

Con el buen sabor de la actuación y triunfo de Diana Damrau salí a las nieblas de Pozuelo que poco tiene que envidiar a las de Milán.


No hay comentarios:

Publicar un comentario