Por Concha Carbajo |
Ya les comenté el planteamiento de la obra, el nudo de la misma y
hoy toca hablar del desenlace, que como ya saben ha sido rápido y feliz, con
unos acuerdos que solo las partes conocen en profundidad y que eran precisos
pues el telón ya estaba a punto de bajarse.
En virtud de ellos Gerard Mortier (nos duele profundamente la
enfermedad que padece y que se hace visible en su fisonomía) seguirá
colaborando con el Real y su nuevo Director Artístico: Juan Matabosch.
Esta colaboración se extiende a la supervisión de la programación
planteada para esta y la siguiente temporada, en esta labor que críticos
importantes valoran como un adoctrinamiento hacia la modernidad del público
madrileño. En este punto tengo mis reservas. Nos estamos haciendo mayores y
pese a las múltiples oportunidades lo de la modernidad no acaba de cuajar. Pero
si hay que insistir, pues se hace. Por mi que no quede.
En este panorama se inscribe la otra ópera representada en octubre:
La Conquista de Mexico del compositor contemporáneo alemán Wolfgang Rihm y dirección
escénica de Pierre Audi que agradó a
crítica y media. Del público se sabe poco. Educado y correcto lo valora como un
espectáculo interesante.
La siguiente ópera pertenece al barroco: The Indian Queen, de Henry
Purcell, con lo cual se presenta todo en conjunto, como un “puente hacia la
América Latina” por aquello de pasar de conquistar Méjico a una historia que también
se sitúa en el Nuevo Mundo.
Debe ser una forma original y voluntariosa de celebrar lo del reciente
Día de la Hispanidad.
Fotos de La conquista de Mexico por Javier del Real
Muy acertada esa diferenciación entre crítica y público y, por supuesto, Concha, no pierda Vd. esa ironia que si nos tomamos todo esto en serio... El Coleccionista
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