Por Paco Fochs |
La semana pasada, España vivió unas horas decisivas de esas que
se cuecen en los despachos a espaldas del conocimiento del pueblo. Tal vez en un
libro o una película nos contarán los detalles de estos sucesos que pusieron en
riesgo no ya los derechos constitucionales los españoles sino la propia esencia
de la patria.
El asunto era una conjura en la cual participaban elementos
tanto del exterior como del interior de nuestras fronteras. Es duro reconocerlo
pero así fue.
La alarma surgió cuando un conocido periódico alemán anunció que
el presidente del gobierno español pretendía acabar con la siesta. Un propósito
totalmente utópico que provocó la incredulidad general, ya que, seamos
sinceros, el señor Rajoy no da el perfil, como se dice ahora, de ser una
persona capaz de tomar medida tan drástica que contraviene sus tendencias
naturales.
Pero el asunto se agravó cuando, ya desde el interior, se
anunció que Perico Delgado no iba a comentar el Tour de Francia. Entonces la conjura tomó forma.
Yo pregunto: ¿Se imaginan un mes de Julio sin siesta ni Tour?
Por Dios. ¿En que estarían pensando para llegar a este despropósito?
Estaban atacando algo muy sensible: las sobremesas del principio
del verano, con la voz campechana, monocorde y picaresca de nuestro Perico que
nos mece la cuna, mientras vemos mares azules, pueblos ordenados, rotondas de
diseño y picos nevados del país vecino. O el caballo ese que siempre aparece haciendo una corta y bucólica carrera con los ciclistas, como también aparece un bendito sopor que se inicia cuando
faltan 20 kilómetros para llegar a meta y se descabeza oportunamente en los
últimos 5 Kilómetros. La vista final del helicóptero enseñando cimas
descarnadas o cúpulas de iglesias o catedrales como telón de fondo de unas
pulcras clasificaciones.
Todo ello ha estado en peligro. Afortunadamente la conjura no ha
triunfado. Pero la lección es que debemos estar atentos a tan pérfidos ataques. El enemigo no descansa.
Ignoro quién ha sido el héroe que nos ha salvado en esta
ocasión. Servidor opina que no hay héroe. Ha sido heroína: apuesto por Soraya. Ahora hay dos. Seguro que acierto.
Querido Paco ¡Cómo te entiendo! El verano no sería lo mismo sin la siesta en el sofá frente a la tele. Ese despertar preguntando ¿Ya ha terminado? Quién ha ganado, Induráin? ¡Ah no, ahora es Contador!
ResponderEliminar;-))
Tienes razón Agueda: ahora cambian los ganadores y los ciclistas en general cada año. Los anteriores los descalifican cuando ya les conoces. Así hasta un inglés ha ganado el Tour. Es la única novedad. Muchas gracias por tu comentario. Un beso. Paco.
ResponderEliminarPero Perico el que hablaba o el que corría?? es que entre cabezada y cabezada no me aclaro... Nacho
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