Por Javier García-Luengo Manchado |
Sin lugar a
dudas, el dúo musical Vainica Doble, compuesto por Gloria van Aersen y Carmen
Santonja, marcó toda una época. Canciones como La ballena azul, Un metro
cuadrado, El Tigre del Guadarrama o Cartas de amor, entre otras muchas, se
convirtieron en la sintonía, y casi en el símbolo, de aquella generación que,
de alguna manera, encarnaba los valores de la modernización de nuestro país.
Lo cierto es
que junto a la importante labor musical desarrollada tanto por van Aersen como
por Santonja, ambas también trabajaron otras expresiones artísticas, quizá
menos conocidos en su trayectoria pero no por ello menos interesantes.
VISTA DE BRUJAS |
Concretamente
y aunque de manera muy sucinta, quiero reseñar la importante labor de Carmen
Santonja (Madrid, 1934-2000) en el medio pictórico, quehacer éste no exento de
complejidad, pues tipificar la capacidad creativa de Carmen, sería casi tan
presuntuoso como intentar sistematizar el puro alma creativa, y es que, en
efecto, su pintura, como su propia vida, estuvo trufada de innumerables
experiencias personales y estéticas.
Paradójicamente el discurso artístico de
Santonja, empero, nunca enfatizó la grandilocuencia, lo esplendoroso o lo
arrebatador, los ojos de la Carmen pintora, como en su música, se centraron en
lo pequeño, en lo escondido, en la belleza de lo imperceptible.
Sin tener
una formación académica, el contacto con el mundo de la pintura vino en primer
lugar a través del ámbito familiar. Cabe recordar en este sentido, que Carmen
era bisnieta del insigne Eduardo Rosales, nieta de la también pintora Carlota
Rosales e hija de Eduardo Santonja, uno de los ilustradores déco más sugerentes
de su época. A esta acendrada tradición familiar se unía la inquietud de su
hermana mayor, Elena, quien a finales de los años cuarenta del pasado siglo
estudiaba bellas artes en la Escuela de San Fernando.
El estudio
del padre de las Santonja, sito en la Colonia de la Rosa, se convirtió desde
entonces en lugar de encuentro no sólo de artistas plásticos, sino también
personalidades del mundo del cine y de
lo que más tarde sería la casi recién nacida televisión en España. J. de
Armiñán, F. Fernán Gómez, María Asquerino, José M.ª Forqué, Chus Lampreave,
José L. Borau, son tan sólo alguno de los nombres que sirvieron a la joven
Carmen como caldo de cultivo para, de una forma absolutamente autodidacta, ir
elaborando unas obras que a principios de los sesenta combinaban el dibujo
escrupuloso con cierto regusto naïf, para dar cabida a los múltiples objetos
que definían su compleja y peculiar personalidad: esferas que aludían a la
pasión por viajar; espejos que simplemente pretendían jugar con la mirada del
espectador y, por supuesto, diferentes elementos que plasmaban una de sus grandes
pasiones, las ciencias naturales.
ÁRBOL AZUL |
Durante la
década de los setenta y primeros ochenta, Carmen se haría eco del la cultura underground y hippie a través de unas
obras que muestran ciertas concomitancias con las investigaciones que de forma
paralela hallamos en Shelton o Yokoo. Las entonaciones ácidas, las formas
caprichosas y los tonos contrastantes, serán el pretexto ideal para que Carmen
Santonja siga dando rienda suelta a sus intereses más destacados, como el cine.
No hay que olvidar la participación activa que Santonja tuvo en este medio,
protagonizando o colaborando en distintas películas, entre ellas, El cochecito
(1960) o La niña de luto (1964).
Ha comisariado exposiciones dedicados a pintores del siglo XX y escrito libros y artículos de investigación referido a los mismos temas.
Como conferenciante ha participado en el programa El Prado fuera del Prado, ciclo organizado por el Museo Nacional del Prado.
Me encanta, Javier. Enhorabuena!!!! Amanda.
ResponderEliminarQue bonito ,Javier,tus artículos son muy interesantes.Gracias
ResponderEliminarJavier,siempre nos descubres personas y cosas muy interesantes...sigue así
ResponderEliminarHe sido y soy admiradora de Carmen Santonja, me encanta que le dediques esta entrada.
ResponderEliminarQuizá haya más gente interesada en su figura