Por Paco Fochs |
ACUARELA de ANTONIO SÁNCHEZ SERRANO |
Se
trata de que los precios de las bebidas con alcohol en el bar y restaurante de
las Cortes han sido liberados y por ello se han situado a precios de la calle. Es decir: se han democratizado. Con ello se ha conseguido anular privilegios e
incluso inercias ancestrales y además favorecer así la imagen de la Marca España.
La
medida audaz y valiente fue explicada por el Presidente de las Cortes con la
solemnidad debida, aunque el término utilizado: “bebidas espirituosas” (que es
el ortodoxo) confundió a algunos y a otros les pareció un poco cursi.
Actualmente
existen unos flecos todavía por concretar; por ejemplo si el popular
“Carajillo” que está compuesto por café y espíritus se encuentra dentro de la
norma. Es un tema delicado pues la bebida cuenta con una gran tradición en
Cataluña.
Otros
casos como el típico “Rebujito” deberán ser estudiados en profundidad, ya que,
en ocasiones, también le añaden espíritus, al igual que ocurre con la “Sangría”.
Estos hechos pueden aconsejar la remisión al Senado de este tema, donde se
supone que estarán encantados con la idea de colaborar..
Este
primer paso de la reforma del Estado ha sido muy celebrado ya que, sin duda,
como decía el
Ja,Ja Ja.......Gracias. Alfonso
ResponderEliminarJa, ja, ja......., por algo se empieza.Besos
ResponderEliminarEsperemos que ahora suba el cafelito!!!
ResponderEliminarVamos a acabar todos siendo espíritus si las cosas van como van. En Cataluña ya se ha interpelado al presidente para que garantice tres comidas diarias a los niños. ¿Alguien duda de que a los jubilados nos desean que nos "espiritualicemos" cuanto antes mejor?
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