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Por Javier García-Luengo Manchado |
El verano no
sólo ha llegado, sino que se ha establecido entre nosotros con una fuerza abrumadora. Precisamente, estos días de
calor, de vacaciones y de tiempo libre en los que aprovechamos la ciudad para
disfrutarla y vivirla de una manera diferente, contamos con una nueva actividad
propuesta por ART GALLERY TOUR, una alternativa a nuestras jornadas estivales
que tiene por objetivo acercar la creación contemporánea a todo tipo de público
a través de un recorrido por diferentes galerías madrileñas.
Estos
recorridos, efectuados por una inmejorable compañía, nos introducen en los
aspectos más relevantes de los artistas y las creaciones que vamos a encontrar
a lo largo del correspondiente circuito.
Junto al
conocimiento que conlleva cualquier proceso de sensibilización, tan necesario específicamente
a la hora de comprender y acercarnos a las corrientes estéticas de nuestros
días, esta iniciativa pretende asimismo eliminar algunos miedos o romper
determinadas barreras y tópicos que nos separan del arte de hoy, como puede ser
cierto resquemor a la hora de visitar una galería, preguntar a los propios galeristas
o charlar con los creadores. De hecho, buena parte del éxito de ART GALLERY
TOUR reside no sólo en el tratamiento personalizado, sino en ese necesario
contacto con lo que podemos calificar como el mundo de la creación.
No puedo pasar
por alto la experiencia mantenida con ART GALLERY TOUR la semana pasada,
siguiendo un pequeño e intenso itinerario por el barrio de las Salesas.
Comenzamos
la tarde en Elba Benítez, donde la obra de Cristina Iglesias, con quien por
cierto pudimos mantener una breve conversación, se alza como un canto a la
naturaleza y de la naturaleza. Las maquetas y dibujos presentados dan buena
nuestra de sus últimas instalaciones en el paisaje boscoso y marítimo, donde el
agua con su capacidad para la vida pero también para el erosión y la muerte, se
constituye como eje vertebrador de una creadora sumamente representativa del
último Land Art.
Mondo
Galería fue, para quien escribe estas líneas, todo un descubrimiento por su
concepto espacial y artístico tan joven como sus galeristas, cuya amabilidad y
cercanía revalorizan una exposición ya de por sí interesante. Se trata de una
selección de trabajos de Lawrence Schiller, el fotógrafo de Hollywood más
destacado de los sesenta y artífice de la imagen de Marilyn Monroe que ha
pasado a la posteridad. Pero quizá las obras más llamativas de la muestra sean
aquellas que nos presentan a una Marilyn íntima, aquella retratada más por el
amigo que por el profesional. Por cierto, Mondo Galería, además de dedicarse al
ámbito fotográfico también ha hecho una importante apuesta por el diseño.
Terminamos
la jornada en Max Estrella, un clásico podríamos decir en el galerismo de la
Villa y Corte. Aquí exhibe actualmente Angélica Dass su proyecto fotográfico titulado
Humanae, sugerente iniciativa donde arte, estética y color se unen para cantar
a la unidad y a la dignidad del ser humano, pues su forma de trabajar la
fotografía partiendo de personas de toda clase, género y condición, nos permite
considerar que es la diferencia lo que nos hace semejantes.