Por Paco Fochs |
Si ustedes me lo permiten, la próxima vez
que escuche esta
expresión, voy a sacar la recortada.
Ahora resulta que hasta en cirujanos
especialistas en prótesis de caderas tenemos al mejor del mundo. De Mondoñedo
(Lugo), que no dudo debe ser, no ya bueno, sino buenísimo y que a su demostrada
modestia supongo le debe repeler cualquier tipo de comparación. O eso creo.
Cuando uno era infante se reía, como otros
muchos, sobre la forma ampulosa y solemne con la cual presentaban mis queridos
vecinos portugueses cualquier artista o espectáculo: “O melhior do mondo”.
Bueno pues nos hemos contagiado.
Antes de la crisis hemos tenido “O melhior
do mondo” en lo que ustedes quieran: carreteras, trenes, ligas de fútbol, clubes,
entrenadores, futbolistas, sanidad, democracia, economía, olimpiadas, corona,
estadios, tenores, deportistas varios…confundiendo lo individual con lo general.
Bueno, pues ahora quién más quien menos están en el quirófano.
Si esta crisis no sirve para centrar los conceptos,
será un fracaso más.
El mundo es muy, pero muy amplio. No hace
falta ser el mejor del mundo. Con ser bueno (o buenísimo) ya se cumple.
Gracias, Paco, por el comentario. Me he dado cuenta de que últimamente tengo que recordar muchas veces que lo mejor es enemigo de lo bueno; supongo que son coses de la edad.
ResponderEliminarMuy acertado, como siempre.
ResponderEliminarEsto no es más que otro síntoma de que seguimos mirándonos el ombligo...en fin, confiemos en que la cosa cambie.
Un besazo. Sole