Por Luisa Grajalva Escritora y Periodista |
Aquel vuelo
nocturno no estaba previsto.
Era,
probablemente, la noche más calurosa del verano. Quizás eso me hizo bajar la
guardia y quedarme dormido… Me sobresaltó la intuición del peligro, y, un
segundo después, percibí nítidamente el sonido del enemigo aproximándose.
Sonia Delaunay "Durmiente" |
Debí haber
previsto el ataque sorpresa. Pero ya no había tiempo para culpas, tenía que
reaccionar y hacerlo rápido. De mí y solo de mí dependía mantener la paz.
Me invadió el
temor, la rabia… y, lleno de furia, disparé con todas las armas a mi alcance.
Casi a ciegas, deseando hacer daño, obsesionado sólo con la idea de extinguir
para siempre la amenaza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario